Una confesión. Nunca nos había dado por escrutar en esta faceta, casi oculta, del grupo musical más famoso. La curiosidad es de recientísima data, de hace apenas días en realidad, tras oír el programa radial Triple Play con Camiseta 10 que conducen dos periodistas de alto rango: Humberto Acosta Gutiérrez y Cristóbal Guerra.
El pasado miércoles, cuando se cumplieron 30 años desde que el trastocado Mark Chapman asesinara a Lennon en Nueva York, el ameno espacio dedicó su primera media hora al genial músico. Humberto nos involucró en un breve diálogo que sostuvimos en la redacción de El Nacional aquel 8 de diciembre de 1980, fresco aún el sobresalto de la noticia. Hoy algo recordamos de la charla, sólo hasta lo que nos permite la memoria.
Pero fue gracias a ese recuerdo que nos aventuramos a indagar fuera del círculo artístico de Lennon. Rebuscar sus eventuales vínculos con el exigente universo donde mandan la inteligencia y el esfuerzo físico. El que los conductores de un programa de exquisito corte deportivo rindieran homenaje a este célebre personaje, de legado cada vez más vigente, era una excusa más que válida para explorar.
Y con toda certeza se siente que valió la pena la incursión. Lennon y los otros tres miembros del cuarteto nunca tuvieron una alianza plena, de uña y carne, con los deportes una vez alcanzada la celebridad.
Se aproximaron en 1965, cuando ofrecieron su concierto más exitoso en el Shea Stadium de Nueva York, la casa de los Mets, en el momento cumbre de la Beatlemanía estadounidense (aunque de beisbol no tenían ni idea).
Algunas versiones señalan, hurgando en el historial de Brian Epstein, el no menos afamado agente de los "fabulosos cuatro", que fue él quien trazó la estrategia de desligar a "sus" muchachos de cualquier relación con el ámbito deportivo y que les habría prohibido pronunciarse públicamente sobre sus gustos futbolísticos, para no ganarse la antipatía de determinados fans.
Eso no era tan fácil, sin embargo, publicó en uno de sus trabajos la especializada beatleslaguna.blogspot.com, porque en una sociedad tan futbolera como la inglesa y en una ciudad con equipos de tanta tradición como el Liverpool y el Everton, era poco probable que ninguno de los miembros de la banda, Paul McCartney, George Harrison y Ringo Starr, además de Lennon, tuviera cierto gusto por el balompié, más allá de que ninguno haya sido apasionado fanático.
Más adelante hay una declaración atribuida a Pete Best, el primer baterista del conjunto que en 1962 fue reemplazado por Starr. "No éramos especialmente hábiles, aunque John era, indudablemente, el mejor con el balón en los pies. Un día me confesó que siempre había soñado con jugar en el Liverpool".
Lo mejor sobre este tema está en otro extremo de la red. Es un cuento curiosísimo que da origen al título y la ilustración de esta página. El relato se encuentra en el portal metalchile.net y toca a uno de los cracks históricos del fútbol chileno, Jorge Robledo, y cómo éste influyó en la confección de la portada de "Walls and Bridges", el segundo disco como solista del autor de "Imagine" y "Woman", que salió a la venta en 1974.
Según la historia, un periodista de Valparaíso de nombre Néstor Flores descubrió que el dibujo del futbolista que ilustra la carátula es de Robledo, quien en ese tiempo actuaba en Inglaterra con el Newcastle. La escena plasma a un jugador marcando un gol y está firmada por Lennon en junio de 1952, cuando tenía 11 años de edad.
Robledo fue el autor del tanto con el que Newcastle venció al Arsenal en la final de la Copa FA (Football Association Challenge Cup o Copa de Inglaterra) de 1952. Flores dio en el clavo al revisar los periódicos y encontrar una foto similar al dibujo, publicada el 3 de mayo de ese año.
En la gráfica se aprecia al delantero chileno, de frente, tras el cabezazo del gol. A su lado hay un defensa del Arsenal y de espalda está Jackie Milburn con el número 9, estelar jugador del Newcastle.
No es de extrañar que el futuro ícono de la paz y la antiviolencia haya dibujado un gran triunfo deportivo de su niñez. Lo que no se encuentra por ningún lado es porqué apareció 22 años después como ilustración de uno de sus discos.
